La Junta ampliará de los 4 a los 14 años de edad las
revisiones periódicas pediátricas del 'Niño Sano'. Esta es una de las
principales novedades del nuevo Programa de Salud Infantil y Adolescente
de Andalucía presentado al Consejo de Gobierno por la consejera de Igualdad, Salud y Políticas Sociales,
María José Sánchez Rubio. La medida, que comenzará a aplicarse en
2015, reforzará las iniciativas para favorecer el desarrollo psicosocial
del menor y su crianza en un entorno saludable.
Estas revisiones, que cada año pasan alrededor de 80.000
niños, tienen como fin el control del crecimiento y el desarrollo
evolutivo y la prevención de los problemas de salud. El primer control
se realiza a los progenitores a través de los grupos de educación
maternal, antes del nacimiento. Posteriormente se establecen visitas en
la primera semana de vida del niño; entre los 15 días y el mes; a los 2,
4, 6, 12 y 15 meses; a los 2 años, y entre los 3 y los 4 años. Con la
ampliación del programa, se incorporan revisiones a los 6; entre los 9 y
los 11, y entre los 12 y 14 años. La población estimada que participará
en este programa asciende a unos 400.000 niños de entre 0 y 14 años, lo
que representa en torno al 45% de los menores en esta franja de edad.
Sánchez Rubio ha destacado que este programa supondrá un
apoyo a la salud física de los niños y sus familias, pero también tendrá
beneficios desde una perspectiva psicológica e incluso sexual, al
incluir información sobre sexualidad para los mayores de 12 años. Se
trata, ha subrayado, de medidas para "proteger la salud de los menores,
minimizar el impacto de la crisis y trabajar con vistas al IV Plan
Andaluz de Salud".
En las nuevas consultas a partir de los 4 años, los
profesionales sanitarios realizarán controles para determinar si los
menores sufren problemas de visión (ambliopía, estrabismo o trastornos
de refracción), anomalías en el desarrollo psicomotor y afectivo,
déficit de yodo o problemas de salud bucodental.
Los sanitarios registrarán además el consumo de tabaco en la
familia para facilitar actuaciones de deshabituación tabáquica y
ofrecerán consejos sobre uso responsable de medicamentos, higiene y
prevención de accidentes, beneficios de la actividad física y prevención
de la exposición solar y de la obesidad.
En los mayores de 12 años, el programa se centrará en los
riesgos del consumo de tóxicos y alcohol; las relaciones sociales y los
riesgos de acoso. Igualmente, en estas revisiones periódicas se
facilitará información sobre sexualidad y se analizará el crecimiento
físico y desarrollo puberal.
Para las primeras revisiones, correspondientes a los menores
de seis meses, el nuevo programa incluye pautas sobre el sueño infantil
y consejos específicos para prevenir la muerte súbita (por ejemplo, que
el bebé duerma en una superficie plana y sin exceso de ropa, o evitar
el tabaco en los cuidadores).
Asimismo, se establecen seguimientos específicos a los niños
con discapacidad o síndrome de Down y a sus familias, a los procedentes
de otros países y a aquellos que presentan algunas enfermedades
prevalentes (como fibrosis quística o celiaquía), así como a prematuros
de menos de 32 semanas o peso inferior a 1,5 kilos.
De acuerdo con el programa, los centros sanitarios públicos
andaluces cuentan con zonas específicas para la atención infantil y para
la realización de actividades grupales de formación y apoyo familiar.
La Junta también distribuirá guías temáticas sobre cómo actuar en las
distintas etapas de la infancia y la adolescencia, abordar situaciones
de conflictividad como un proceso de separación y divorcio, o cuestiones
relacionadas con la autonomía infantil y la llegada a la adolescencia.
Menores en situaciones de riesgo
El nuevo Programa de Salud Infantil y Adolescente propone
estrategias específicas para identificar riesgos sociales y sanitarios.
Así, se incluye el cribado de tuberculosis y la prevención del
raquitismo, la ferropenia (disminución de hierro en el organismo), la
hipercolesterolemia (exceso de colesterol) o la hipertensión arterial.
Además, las consultas incorporarán la detección de
situaciones de malos tratos y la atención a la salud mental, tal y como
recoge el 'Protocolo de intervención sanitaria en casos de maltrato
infantil' editado por la Consejería de Igualdad, Salud y Políticas
Sociales. Este documento, que determina que las actuaciones deben
mitigar los procesos de revictimización, orienta al profesional para
identificar los indicadores físicos, emocionales o conductuales de
sospecha de malos tratos, bien a través de lo que exprese el menor o del
comportamiento de los familiares o cuidadores.
El protocolo insiste en el apoyo e información a las
víctimas y en el trabajo en equipo con los servicios comunitarios a
través de las Unidades de Trabajo Social. Asimismo establece cómo
realizar la exploración de la víctima de malos tratos y el estudio de
lesiones para agilizar al máximo este proceso.
La elaboración del nuevo programa ha contado con la
participación de asociaciones de padres, sociedades científicas, la
Universidad de Sevilla y más de un centenar de profesionales en la
materia. La estrategia presta especial atención a nuevos retos
sanitarios como las patologías emergentes, los problemas de salud
mental, los trastornos alimentarios y las patologías psicosociales
(adicciones a nuevas tecnologías y acoso escolar, entre otras). Durante
los últimos años, la incidencia de muchas de estas enfermedades está
presentando además una relación determinante con la crisis económica.
El desarrollo de las nuevas medidas requerirá de la
coordinación de las áreas de Pediatría, Enfermería, Trabajo Social,
Salud Mental, Odontología y de Medicina de Familia, así como de matronas
y profesionales de urgencias, personal administrativo y atención a la
ciudadanía. Además, las actividades de promoción de la salud y
prevención de la enfermedad se realizarán en colaboración con los
sectores de educación y los servicios sociales municipales.
No hay comentarios:
Publicar un comentario